Beneficios del TPP en la economía de México y Latinoamérica
Por Gabriela
Casas Cabrera
Las realidades
económicas, sociales, culturales, políticas, empresariales y gubernamentales de
cada país miembro han hecho del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), uno
de los tratados más ambiciosos y con mayor alcance, no sólo por su jurisdicción
territorial, sino por la oportunidad que representa para países con culturas, usos
y costumbres diferentes, y marcos legales medianamente similares, el empezar a
negociar mucho más que sólo aranceles, permitiendo a todo tipo de empresa
aprovechar los beneficios que ofrece el mismo. Así lo afirmó el C.P.C. Martín
Rodríguez Sánchez, en su ponencia: “Beneficios del TPP en la economía de
Latinoamérica: Ayer, hoy y mañana”, la cual dictó en el marco de la XVII Conferencia Mundial Anual “Convergencia
Mundial, ATP-Acuerdo Transpacífico (Global Convergence, TPP-Transpacific
Agreement)”, organizada por la Accouting Legal and Business Advisors an
Strategic Alliance, UC&CS América y UC&CS Global, y realizada el pasado
26 de septiembre de 2016, en la Ciudad de México.
Rodríguez Sánchez,
señaló que “al día de hoy, el TPP abarca no solamente cuestiones meramente
comerciales, sino también establece un marco común de propiedad intelectual,
refuerza los estándares de derecho del trabajo y derecho ambiental, al igual
que un mecanismo de arbitraje de diferencias inversor estado. Esto lo convierte
en un tratado multidisciplinario y nos pone sobre la mesa un reto mayor y
diferente a otros tratados: no solamente se busca sincronizar entre los países
firmantes la actividad comercial -misma que históricamente es relativamente
sencilla de homologar dado que el derecho mercantil se rige por usos y
costumbres muy parecidos entre nuestros países- sino también otras áreas donde
la normatividad propia de cada país difiere mucho dada la asimetría de factores
económicos y sociales”.
El especialista en Temas
de Desarrollo, apuntó que resultaría ambicioso determinar el impacto a mediano
y largo plazo de la entrada en vigor del TPP en sus países miembros, ya que no
se trata de un acuerdo meramente comercial. Al respecto agregó: “No solo
deberíamos esperar en proporción a la realidad económica actual de cada miembro
resultados positivos y crecimiento en las economías de los países como entes,
sino también veremos el mismo efecto en empresas trasnacionales, asociaciones,
agrupaciones regionales, cámaras de comercio, conglomerados, despachos
especializados y hasta órganos de gobierno”.
El también presidente
del Industrial and Commercial Bank of China (ICBC) para Latinoamérica y El
Caribe, advirtió que quizá el crecimiento de México como país con el TPP aunque
positivo, no sea el esperado, pero que sin embargo, habrá efectos inmediatos
tanto en grupos empresariales ya consolidados (como lo son Grupo Carso,
Banorte, Grupo México, Cemex, Grupo Televisa o Alfa Grupo) así como en pequeñas
y medianas empresas que han aspirado a crecer y dar el siguiente paso de
incursionar en un mercado más versátil, variado y global.
También recordó que cada
uno de sus 12 miembros de TPP tienen características propias conforme a su
realidad económica, social, política, empresarial y geográfica, en ese sentido,
cada país miembro buscará aportar y fortalecer el área de oportunidad donde
mejor le vaya, además de emprender y crecer en las áreas que no ha logrado
desarrollar y que otros países sí. “De esto se trata el TPP, de intercambiar
fortalezas y debilidades en un marco de igualdad y seguridad jurídica para
todos los participantes; y es por eso que tenemos un TPP multidisciplinario que
busca regular más allá de la exportación e importación, pues cada país buscará
proteger la parte más fuerte que aporta”.
Asimismo, Rodríguez
Sánchez aseveró que México es una “empresa PYME” con mucho potencial de
crecimiento con la correcta orientación. “Es de las economías más fuertes de
Latinoamérica y su posición geográfica puede ser explotada para incrementar la
presencia de punto de comercio hacia otros países. Al tener otro tratados,
puede vincular miembros del TPP con éstos. México cuenta con una red de 11
tratados de libre comercio que proporcionan acceso preferencial a 46 países y
1,150 millones de consumidores potenciales. Nuestros socios comerciales
representan 58% del PIB y 53% del comercio global”.
En lo que respecta a
Latinoamérica señaló que el TPP facilitará la planeación, implementación y
operación de negocios a nivel nacional e internacional en las áreas de inversiones,
fondos de capitales privados; impulsará la participación en mercados en materia
de energéticos (tradicionales, renovables y sustentables); en plataformas
corporativas de fusiones, adquisiciones y compra venta de y entre empresas
nacionales y transnacionales; brindará apertura a mercados de valores a
personas que antes no tenían acceso a la misma; transferencias de tecnología y
telecomunicaciones; comercio electrónico y de servicios transfronterizos; dará presencia
y expansión de nombre y marcas fuera de su nicho tradicional de mercado y
público target actual; fomentará el desarrollo e intercambio de patentes y
modelos de utilidad, protección de la propiedad intelectual; participación de
empresas productivas del Estado; coherencia regulatoria, homologación de marcos
normativos; así como, solución de controversias y garantía de transparencia y
anticorrupción.
Para concluir, Rodríguez
Sánchez, apuntó: “Además de actualizar los enfoques tradicionales respecto a
temas cubiertos por tratados de libre comercio previos, el TPP incorpora nuevas
y emergentes cuestiones comerciales y transversales del comercio. Estas
incluyen cuestiones relacionadas con el Internet y la economía digital, la
participación de las empresas de propiedad estatal en el comercio internacional
y la inversión, la capacidad de las pequeñas empresas para aprovechar las
ventajas de los tratados comerciales, y otros temas. El TPP abarca un grupo de
países diferentes en cuanto a geografía, lenguaje e historia, tamaño y niveles
de desarrollo. Todos los países del TPP reconocen que la diversidad es de un
valor excepcional, pero que también requiere una estrecha cooperación, la
creación de capacidades para los países del TPP de menor desarrollo y, en
algunos casos, períodos especiales de transición y mecanismos que les ofrezcan
tiempo adicional, cuando sea indispensable, para desarrollar la capacidad que
ponga en práctica las nuevas obligaciones”.
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